¡Qué partidazo vivimos en la final del Mundial 2018, peña! Si no lo viste o quieres revivirlo, prepárate, porque vamos a desgranar la final del Mundial 2018 entre Francia y Croacia, un encuentro que quedó para la historia. Francia se alzó con la copa, pero Croacia, ¡madre mía, qué garra demostraron! Fue un partido lleno de emoción, goles y, cómo no, ¡con un poco de polémica! Prepárense, que nos vamos de viaje a Moscú para revivir ese 15 de julio de 2018. Este duelo no fue solo un partido de fútbol; fue la culminación de un torneo que nos tuvo al borde del asiento, con dos equipos que llegaron con estilos y narrativas muy distintas. Francia, la potencia consolidada con una generación de jóvenes talentos y una defensa férrea; Croacia, la sorpresa del torneo, un equipo que enamoró con su fútbol de toque y una resiliencia a prueba de balas. El Luzhniki Stadium era el escenario, y la tensión se podía cortar con un cuchillo. Desde el pitazo inicial, se sabía que no iba a ser un paseo para nadie. Los croatas, dirigidos por el carismático Luka Modrić, venían de partidos agónicos, superando eliminatorias en penaltis y prórrogas, lo que demostraba una fortaleza mental increíble. Por otro lado, Francia, con Didier Deschamps en el banquillo, desplegaba un fútbol más pragmático pero demoledor, con estrellas como Mbappé, Griezmann y Pogba deslumbrando en cada fase. La final prometía ser un choque de estilos y un duelo de titanes, donde la experiencia y la juventud se daban la mano en el escenario más grande del fútbol mundial. El peso de la historia, la gloria eterna y la Copa del Mundo estaban en juego, y ambos equipos estaban listos para dejarlo todo en el césped.

    El Camino Hacia la Gloria: Cómo Llegaron Francia y Croacia a la Final

    Antes de meternos de lleno en la final del Mundial 2018, hay que hablar de cómo estos dos equipos se ganaron el derecho a disputar el partido por la gloria. El camino de Francia hacia la final del Mundial 2018 fue, en muchos aspectos, más directo y contundente. Los 'Bleus', con una plantilla rebosante de talento joven y con la experiencia de haber llegado a la final de la Eurocopa 2016, se perfilaban como uno de los grandes favoritos desde el inicio. Dirigidos por Didier Deschamps, un estratega nato, mostraron una solidez defensiva impresionante, encajando pocos goles y siendo letales en el ataque. Superaron la fase de grupos con autoridad, aunque con algunas dudas sobre su juego, y en las rondas eliminatorias demostraron su poderío. Eliminaron a Argentina en un partidazo de infarto (4-3), luego a Uruguay (2-0) y finalmente a Bélgica (1-0) en una semifinal muy disputada. Su juego, a veces criticado por ser demasiado defensivo, se basaba en la velocidad de Mbappé, la visión de Griezmann y la potencia de Pogba, respaldados por un mediocampo trabajador y una defensa liderada por Raphaël Varane. El recorrido de Croacia en el Mundial 2018, en cambio, fue una auténtica odisea, una demostración de carácter y de un fútbol que enamoró al mundo. Los croatas, liderados por un Luka Modrić en estado de gracia, protagonizaron una de las historias más inspiradoras del torneo. Pasaron la fase de grupos con pleno de victorias, pero fue en las rondas eliminatorias donde sacaron su ADN de lucha. Superaron a Dinamarca en octavos de final en una tanda de penaltis agónica, y luego repitieron hazaña contra Rusia en cuartos, también desde los once metros. La semifinal contra Inglaterra fue otro capítulo épico, donde remontaron un gol tempranero y terminaron ganando en la prórroga con un gol de Mario Mandžukić. Estos partidos, llenos de sufrimiento y de remontadas imposibles, forjaron un espíritu de equipo inquebrantable. Llegaron a la final con el peso de tres prórrogas en sus piernas, pero con la moral por las nubes y el apoyo de toda una nación. Su fútbol, basado en la posesión, la calidad de sus centrocampistas (Modrić, Rakitić, Brozović) y la verticalidad de sus atacantes, les había llevado hasta la puerta grande, demostrando que la calidad y la garra, unidas, podían hacer historia.

    El Partido: Goles, Controversia y el Campeón

    ¡Y llegó el día, chicos! La final del Mundial 2018 entre Francia y Croacia se puso en marcha con una atmósfera eléctrica en el Luzhniki Stadium. Desde el principio, se notaba la tensión y las ganas de ambos equipos por levantar la Copa. El primer gol, curiosamente, llegó en forma de autogol. Al minuto 28, un centro de Griezmann desde la izquierda fue desviado por la cabeza de Mario Mandžukić, introduciendo el balón en su propia portería. ¡Qué mala suerte para el delantero croata! Pero los croatas, fiel a su estilo, no se vinieron abajo. Poco después, al minuto 28, Ivan Perišić cazó un balón suelto en la frontal del área y soltó un zurdazo imparable que batió a Hugo Lloris. ¡Golazo y empate a uno! El partido se reabría y la emoción estaba al máximo. Sin embargo, la jugada más polémica y que sin duda marcó el rumbo del partido llegó al minuto 38. Un centro de Griezmann desde la esquina golpeó en la mano de Perišić dentro del área. El árbitro argentino Néstor Pitana, tras consultar el VAR, señaló penalti a favor de Francia. ¡Un penalti que generó muchísimo debate! Griezmann, con una frialdad pasmosa, se encargó de transformarlo, poniendo el 2-1 para Francia justo antes del descanso. Empezar la segunda mitad con desventaja era un golpe duro para Croacia, que había luchado tanto para llegar hasta aquí. A los pocos minutos de la reanudación, al minuto 59, Francia amplió su ventaja. Tras una buena jugada colectiva, Paul Pogba recibió un balón al borde del área y con un derechazo espectacular puso el 3-1. ¡Un golazo del centrocampista francés! Y si faltaba algo, Kylian Mbappé, la joven estrella, se unió a la fiesta al minuto 65. Con un disparo cruzado desde fuera del área, marcó el 4-1. ¡El chico estaba desatado! Aunque Croacia siguió luchando, y Mandžukić consiguió recortar distancias al minuto 69 aprovechando un error garrafal de Lloris, ya era demasiado tarde. El marcador final fue Francia 4 - 2 Croacia. Francia se coronaba campeona del mundo por segunda vez en su historia, pero Croacia se ganó el respeto y la admiración de todos por su entrega y su fútbol.

    El Legado de la Final: ¿Qué Significó para Ambos Equipos?

    La final del Mundial 2018 entre Francia y Croacia no fue solo un partido; dejó un legado imborrable para ambos países y para el mundo del fútbol. Para Francia, significó la consagración definitiva de una generación dorada. Con esta victoria, se convirtieron en la segunda selección en la historia, después de Brasil en 1962, en ganar la Copa del Mundo como país anfitrión (Eurocopa 1984, Mundial 1998) y fuera de casa. El título validó el proyecto de Didier Deschamps, quien se unió al selecto grupo de personas que han ganado el Mundial tanto como jugador (1998) como entrenador. La explosión de Kylian Mbappé a nivel mundial se consolidó, y figuras como Griezmann, Pogba, Mbappé y Varane se convirtieron en ídolos para una nueva generación. La victoria desató una euforia indescriptible en Francia, con celebraciones masivas en las calles de París y en todo el país. Fue un triunfo que unió a la nación y reafirmó su poderío en el fútbol internacional. Por otro lado, la final de 2018 significó la mayor gesta en la historia del fútbol croata. A pesar de la derrota, Croacia se convirtió en el equipo revelación y el favorito de muchos por su juego, su espíritu de lucha y la increíble historia que protagonizaron. Llegar a la final del Mundial, siendo un país tan pequeño en comparación con otras potencias futbolísticas, es un logro monumental que quedará grabado para siempre. Luka Modrić, que ya había ganado el Balón de Oro ese año, se consolidó como uno de los mejores centrocampistas de la historia. El equipo croata, con su resiliencia y su fútbol de calidad, inspiró a millones y demostró que con corazón y talento, se pueden alcanzar las cotas más altas. Aunque no levantaron la copa, los 'Vatreni' (los Ardientes) se ganaron el respeto y la admiración global. El legado de esta final es el de un campeón merecido y un subcampeón heroico, un partido que quedará en la memoria colectiva como un gran espectáculo deportivo y una lección de perseverancia y talento. La imagen de los jugadores croatas, exhaustos pero orgullosos, saludando a su afición tras el pitazo final, es tan potente como la de los franceses levantando la Copa del Mundo. Sin duda, un duelo inolvidable.

    Momentos Clave y Jugadores Destacados de la Final

    Para entender la magnitud de la final del Mundial 2018 entre Francia y Croacia, debemos repasar esos instantes que nos erizaron la piel y a los cracks que brillaron con luz propia. Empezamos con el primer gol, ese autogol de Mandžukić al minuto 18. Un golpe de mala suerte que abrió el marcador, pero que, curiosamente, no desanimó a los croatas, quienes demostraron una resiliencia asombrosa. Luego, el golazo de Ivan Perišić al minuto 28. ¡Qué zapatazo! Un disparo que entró como un rayo y empató el partido, mostrando la calidad y la ambición croata. Sin embargo, la jugada que generó más debate fue el penalti a favor de Francia al minuto 38. La mano de Perišić en el área, decidida por el VAR, y la posterior ejecución perfecta de Antoine Griezmann, quien demostró una sangre fría increíble para poner el 2-1. Griezmann fue, sin duda, uno de los jugadores clave para Francia en esta final. No solo marcó el penalti decisivo, sino que su inteligencia en el campo, su movilidad y su capacidad para conectar líneas fueron fundamentales para el equipo de Deschamps. A menudo subestimado, su liderazgo silencioso fue crucial. El gol de Paul Pogba al minuto 59 fue otra obra de arte. Un disparo potente y colocado desde fuera del área que demostró la calidad que atesora el centrocampista francés y que puso tierra de por medio para Francia. Y qué decir de Kylian Mbappé, el joven prodigio que se confirmó como una estrella mundial. Su gol al minuto 65, un disparo cruzado imparable, selló prácticamente la victoria y coronó una actuación fantástica en todo el torneo. Mbappé se convirtió en el segundo jugador más joven en marcar en una final de Mundial, solo superado por Pelé. Por parte de Croacia, Luka Modrić fue, a pesar de la derrota, el alma del equipo. Su visión de juego, su temple y su incansable trabajo en el mediocampo fueron extraordinarios. Aunque no pudo guiar a su equipo a la victoria, su actuación en el torneo fue galardonada con el Balón de Oro. Otro jugador a destacar fue, por supuesto, Mario Mandžukić. A pesar de su autogol inicial, luchó hasta el final y consiguió anotar el segundo gol croata, rubricando su esfuerzo y su entrega. La final estuvo llena de momentos de tensión, de genialidades individuales y de demostraciones de coraje, consolidando a varios jugadores como héroes nacionales en sus respectivos países.

    Francia Campeón del Mundo: Una Nueva Era Dorada

    ¡Y así, peña, Francia se coronó campeona del mundo en la final del Mundial 2018! La victoria no fue solo un trofeo más; significó el inicio de una nueva era dorada para el fútbol francés. Tras la decepción de perder la final de la Eurocopa 2016 en casa, esta Copa del Mundo supuso la redención y la consolidación de una generación de futbolistas excepcionales. Didier Deschamps, el seleccionador, se convirtió en una leyenda viviente, uniéndose a Mário Zagallo y Franz Beckenbauer como las únicas personas en ganar el Mundial tanto como jugador (1998) como entrenador. Su enfoque pragmático, pero efectivo, rindió sus frutos. La clave del éxito francés radicó en una mezcla perfecta de experiencia y juventud desbordante. Jugadores como Raphaël Varane y Hugo Lloris aportaban la calma y la seguridad defensiva, mientras que la energía y el talento puro de Kylian Mbappé, Paul Pogba y Antoine Griezmann desequilibraban cualquier partido. Mbappé, en particular, explotó en este torneo, convirtiéndose en la nueva superestrella del fútbol mundial, demostrando una velocidad, una habilidad y una madurez impropias de su edad. Su actuación en la final, anotando un golazo, fue la guinda a un Mundial espectacular. La victoria en Rusia 2018 no solo trajo alegría a Francia, sino que también unió al país en una celebración masiva. Las calles de París y de todas las ciudades francesas se inundaron de aficionados celebrando un título que reafirmó la potencia del fútbol francés en el escenario global. Este triunfo sentó las bases para seguir compitiendo al máximo nivel, y la joven plantilla demostró tener el potencial para dominar durante muchos años. La 'Generación Mbappé' había llegado para quedarse, prometiendo más éxitos y confirmando que Francia volvía a estar en la cima del fútbol mundial, escribiendo un nuevo capítulo glorioso en su rica historia futbolística.

    Croacia: El Subcampeón que Conquistó Corazones

    Aunque el resultado final de la final del Mundial 2018 no les fue favorable, Croacia se consagró como el subcampeón que conquistó corazones en todo el planeta. Su recorrido en el torneo fue una epopeya, una historia de perseverancia, carácter y un fútbol de alta calidad que enamoró a propios y extraños. Los croatas, liderados por un Luka Modrić estelar, demostraron una fortaleza mental inquebrantable, superando tres eliminatorias (octavos, cuartos y semifinales) que se decidieron en la prórroga o en la tanda de penaltis. Cada partido era una batalla, y cada victoria, una hazaña. La final, a pesar de la derrota por 4-2 ante una Francia muy sólida, fue la culminación de un sueño. El equipo de Zlatko Dalić, con un mediocampo de ensueño formado por Modrić, Rakitić y Brozović, jugó un fútbol vistoso, de posesión y con mucha inteligencia. A pesar de las dos prórrogas previas, llegaron a la final con una energía y una determinación admirables. La remontada en la semifinal contra Inglaterra y la actuación en la final, a pesar de ir perdiendo por goleada, son testimonio de su espíritu luchador. El subcampeonato del Mundo es, sin duda, el mayor logro en la historia del fútbol croata, un hito que resonará durante generaciones. Luka Modrić, tras ganar el Balón de Oro en 2018, se consolidó como uno de los mejores centrocampistas de todos los tiempos, un ejemplo de liderazgo y calidad. Los 'Vatreni' (los Ardientes) demostraron que con pasión, trabajo en equipo y talento, un país pequeño puede competir contra gigantes y dejar una huella imborrable. Su gesta en Rusia 2018 no solo les dio un subcampeonato histórico, sino también el respeto y la admiración de la comunidad futbolística mundial, ganándose un lugar en los corazones de los aficionados al fútbol por su entrega y su estilo de juego.